¿Quienes eran los medicos?




Los doctores en aquella época, eran inexpertos y caer en sus manos con sus tratamientos innecesarios, terminaban en la muerte del paciente. En aquel entonces, solo se tenían; los doctores, los monjes o los herboristas. Los monjes  se basaban es la auto-defensa del cuerpo. Los herboristas se basaban en los conocimientos dejados por los griegos y romanos de las plantas y los animales, se dedicaban a realizar “pócimas” que, algunas veces, lograban recuperar a los pacientes.
 Por un lado se creía que la enfermedad era un castigo de Dios (algo heredado de los romanos, quienes atribuían las enfermedades a enojos de los distintos Dioses Olímpicos).

                                  


La escuela Hipocrática, o de “los 4 humores”: Los humores, originalmente, no eran emociones sino que eran los fluidos del cuerpo. Como se creía que cada humor era responsable de otorgarle alguna de las emociones a la persona se entendía, entonces, que el correcto balance de estos “humores” era la llave a la buena salud. Lamentablemente esta teoría llevaba a que los “médicos” pensaran que en una persona existían “excesos de humor” ocasionando prácticas de drenado del o de los líquidos en cuestión. Esta teoría tenía una aceptación muy grande entre los “científicos” ya que se basaba en las cosmogonías generadoras del Universo, o los elementos: Sol (Fuego), Tierra, Agua Aire. Veamos una lista de cada humor y que emoción contenía:


                                                          


De esta manera, si una persona tenía fiebre y sudaba mucho (calor y humedad) instantáneamente se pensaba que tenía un exceso de sangre, por lo que se procedía a drenarle parte de este tejido líquido. O también, por ejemplo, si una persona tenía problemas mentales y era agresiva, se creía que ésta padecía de un exceso de bilis amarilla (y ya se pueden imaginar lo mal que la iba a pasar). Como podemos ver era mucho mejor que nos tocara un monje o un herborista que un doctor.